Con los datos largamente retrasados finalmente publicados tras el cierre gubernamental, los inversores acogieron las señales de desaceleración de la inflación; el PCE subyacente subió solo +0.3% en septiembre. Las encuestas de sentimiento de principios de diciembre repuntaron, pero la debilidad del mercado laboral persistió. Los mercados esperan que la Fed recorte las tasas en 25 pb en la reunión del 9–10 de diciembre. El optimismo sigue siendo frágil, pero la mayoría de los operadores ahora anticipan un tercer recorte consecutivo, mientras la Fed intenta amortiguar una economía en desaceleración.
Los mercados cerraron la última semana de noviembre con una postura más firme, ya que los inversores valoraron una mayor probabilidad de un recorte de tasas de la Reserva Federal en la reunión del 9–10 de diciembre. Datos más débiles en EE. UU. tras el retraso generado por el cierre gubernamental y el descenso de los rendimientos del Tesoro ayudaron a orientar el sentimiento hacia una perspectiva más acomodaticia.
El escenario de la semana pasada estuvo marcado por el fin del cierre del gobierno de EE. UU., que duró 43 días, y por el tono cauteloso de los bancos centrales.
La noticia más destacada de esta semana fue el fin del cierre del Gobierno estadounidense. El Congreso aprobó el miércoles por la noche una resolución de financiación provisional que permitió la reapertura de las agencias federales y el pago de los salarios atrasados a los trabajadores.
Los mercados lidiaron la semana pasada con señales económicas mixtas y falta de datos, ya que el cierre del gobierno estadounidense retrasó informes clave. Los inversores observaron lecturas contradictorias en el mercado laboral: según ADP, las nóminas privadas aumentaron en +42.000 en octubre, pero otra encuesta mostró que los despidos se dispararon a 153.000, el total mensual más alto desde 2003.